Para aquellos que disfrutan de la serenidad y la soledad, la playa de Cala Codolar es un sueño hecho realidad: playa de arena blanca, en suave pendiente, enmarcada por acantilados y bañada por las tranquilas aguas del mar azul del Mediterráneo. Este es uno de los tesoros “secretos” de Ibiza, lo suficientemente lejos de las multitudes lo cual lo hace casi privado.

Windsurf, esquí acuático, vela y natación son los pasatiempos favoritos de los visitantes y el buceo y el snorkel son reconocidos. Hay una miríada de actividades dentro de varias millas de la playa, así como museos y lugares de interés, y los restaurantes y tiendas en las cercanías de San Antonio. Los visitantes que quieran entrenarse, pueden ir de excursión o en bicicleta a las colinas de Ibiza – y recompensarse a sí mismos con paradas para degustar un poco de vino y tapas en el camino.